domingo, 29 de marzo de 2015


LOS OJOS DEL PERRO SIBERIANO (OPINIÓN)





Autor: Antonio Santa Ana

Género: Novela

Fecha de Publicación: marzo de 1998

Lugar: Buenos Aires, Argentina




Reseña:
Esta es una historia breve, pero seguramente cualquier persona que la lea no se arrepentirá de haberlo hecho.
Escogimos este libro porque nos pareció un buen tema para comenzar, además el libro nos relata como es la vida de una persona que convive día a día con una enfermedad como el sida, cómo es su forma de ver la vida y el rechazo que sufre por parte de la sociedad.



Esta es una historia muy interesante y conmovedora. El protagonista nos relata cómo fue que descubrió la enfermedad de su hermano, Ezequiel, y todo lo que vivió con él desde que comenzó a visitarlo a escondidas de sus padres, cuando recién, ha pesar de ser hermanos desde hace 11 años, se empezaban a conocer, hasta el día de su muerte.

El muchacho comienza a describir a su familia, sus padres casi no le prestaban mucha atención. Su padre estaba todo el día inmerso en su trabajo; y su madre le dedicaba gran parte de su tiempo al cuidado de sus plantas, incluso más tiempo que el que le dedicaba a sus propios hijos.
Su hermano, Ezequiel, tenia el pelo negro y los ojos azules, y era el hijo favorito. A pesar de eso, el muchacho no le guardaba ningún rencor.
Cuando Ezequiel comienza a verse con su hermano menor, le presenta  a su perro Sacha, que al igual que él, tenía los ojos azules.
Los dos habían sido rechazados. Ezequiel halla en su perro la comprensión que no le daba la sociedad, ni su propia familia. Es el único ser que lo ve siempre con los mismos ojos, sin desprecio, sin vergüenza, sin enojo, sin lastima.
Al final el protagonista pudo conocer más a su hermano, aprendió a quererlo y se logró revivir ese lazo de hermandad que existía entre ellos. Sin embargo, para cuando había logrado eso, ya era demasiado tarde, pues su hermano tuvo que morir.

Apreciación:
 
Esta obra nos encantó por la historia que narra y porque así podemos conocer qué es lo que sienten los jóvenes ante una situación como la enfermedad del sida.
 
“Ninguna enfermedad enseña a morir sino a vivir, a amar la vida, con todas las fuerzas que tengas.

Ante tales circunstancias la obra muestra la necesidad de unión familiar y la comprensión que requieren las personas contagiadas de esta como de otras enfermedades, en un mundo donde se discrimina al que es diferente y donde la ignorancia y la incomunicación crean barreras entre las personas. Hasta incluso dentro de la misma familia.

Que Ezequiel muriera nos causó tristeza, sobre todo al ponernos en el lugar de su hermano, quien recién lo estaba conociendo, pero que ya lo había perdido. Esto nos hace reflexionar en cómo vemos la vida, y cómo es que la vivimos día a día.
 "A mí el SIDA no me quita, me dan ganas de vivir".
Consideramos que esta novela nos enseña algo muy valioso, y es que debemos aprovechar cada día de nuestras vidas. Lo que el autor quiere decir con esta frase es que cuando se tiene una enfermedad como esta, uno no quiere morir, sino que aprende a valorar su vida y tiene muchísimas ganas de morir, pero lamentablemente no puede hacerlo como él quisiera.
 




 

 

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